El agente libre más deseado por todos los equipos pero inalcanzable para la mayoría, ya le dijo que no a uno de sus pretendientes, por lo que podrán tachar a un rival dentro de sus lista a la espera de saber quién es el bueno en llevárselo.

Antes del término de la temporada regular, Bryce dejó claro que su corazón estaba con los Nacionales y que si le ofrecían una renovación lo aceptaría sin pensarlo, pero no fue así. El equipo de Washington le ofreció un contrato por 300 millones , pero su agente le endulzó tanto los oídos con la cifra de los 400 millones que de plano les dio las gracias.

El amor que profesaba por los Nacionales terminó al volverse agente libre. Aunque el contrato que le ofrecía su ex equipo no era tan bueno como parecía. Los 300 millones eran por 10 años sin clausulas para terminarlo antes de tiempo, como suelen ser todos los pactos a largo plazo.

Los aficionados de Washington pueden estar tranquilos a pesar de que les rompió su corazoncito, porque siguen siendo el Plan B en caso de que nadie quiere hacerse de sus servicios.