Esta atrapada nos acaba de demostrar que para ser jugador de beisbol debes de ser un atleta en toda la extensión de la palabra. Durante un partido en una liga amateur o universitaria en Estados Unidos (aún no sabemos de dónde es), se presentó una jugada digna de Grandes Ligas.

Un batazo violento salió directo al lugar al que el pitcher estaba parado, pero una reacción felina hizo que se pudiera quedar con la pelota y así terminar el inning. Para hacer un poco más espectacular la jugada, el pitcher terminó agarrando la pelota a mano limpia. Espectacular.