Uno de los primeros grandes movimientos de ese offseason se acaba de hacer el jueves por la noche, aunque no precisamente por el nombre del pelotero, sino porque los Bravos de Atlanta realizaron un cambio 5×1 con los White Sox de Chicago.

Se trata de Aaron Bummer, serpentinero zurdo de 30 años de edad con experiencia de siete temporadas en Grandes Ligas, luego de que los Medias Blancas lo draftearon en 2014 y debutó en el 2017.

Para adquirir al nativo de Valencia, California, los Bravos mandaron a cinco peloteros a la ciudad de los vientos, siendo su candidato del año a Cy Young y Novato del Año en 2019, Mike Soroka, quien más destaca.

Mike Soroka (Foto: Getty Images)

Junto al derecho, también se incluyó a un Nicky López que recién adquirieron a mitad de temporada y el prospecto Riley Gowens, así como al pitcher zurdo Jared Schuster y el infielder Braden Shewmake, quienes fueron sus prospectos #1 y #5 la mayor parte del 2023.

¿Cambio 5×1 de los Bravos?

Si el simple hecho de ser cinco peloteros por uno ya sorprende, dicha sensación aumenta cuando vemos que Aaron Bummer viene de una temporada en la que dejó récord de 5-5, ERA de 6.79 y WHIP de 1.53.

A pesar de eso, la razón por la que los Bravos tomaron la decisión de hacer ese cambio 5×1 con los White Sox tiene una específica razón: sabermetría.

Y es que es el comunicado a través de cual hicieron oficial la transacción, los Braves redactaron un segundo párrafo bastante interesante que parecen utilizar como firme argumento para explicar la llegada de Bummer, mencionando que el zurdo en la reciente temporada acumuló un FIP de 3.58 y un porcentaje de barril de apenas 2.7%.

Vía: @Braves (X)

¿Y esos números qué?

El famoso ”FIP” (Pitcheo Independiente del Fildeo) tendremos que tenerlo más presente en nuestro diccionario de estadísticas del béisbol, pues resulta que se está convirtiendo en la mejor estadística para evaluar el desempeño de un pitcher.

A diferencia de la ERA (porcentaje de carreras limpias), el FIP solamente considera las acciones que dependen del control total del lanzador como cuadrangulares, ponches, bases por bolas y bases por golpe, dejando fuera los factores de la defensa de un equipo que pueden afectar las estadísticas de un serpentinero.

El 3.58 de Aaron Bummer en el 2023 se considera, según los parámetros de fangraphs basados en la campaña 2016, uno muy bueno, debido a que el promedio sería de 4.20 y uno excelente sería de 3.20.

Vía: Fangraphs

Porcentaje de barril 

Por su parte, el porcentaje de barril mide los contactos de 98 mph o más que le conectaron al lanzador en esta temporada, siendo dicha velocidad la que se considera que tiene una mayor posibilidad de dar buenos resultados a un bateador.

En ese aspecto, de los 267 bateadores que enfrentó en la campaña, solamente el 2.7% le hicieron contactos de esas características; es decir, solamente 7 bateadores (7.2) para ser el 99° mejor en toda la MLB.

Además, los Braves también mencionan que al 60.1 % de esos bateadores los indujo a dar un rodado, la cual fue el 97° mejor porcentaje entre los lanzadores del circuito.

Aaron Bummer (Foto: Getty Images)

En conclusión, los Bravos parecen tener bien argumentado su movimiento con estadísticas avanzadas; aún así la sensación de que fue un cambio bastante excesivo es inevitable. ¿Fue un error? Lo sabremos en la próxima temporada.