La familia Acuña oficialmente puede presumir a dos de sus hijos siendo auténticos peloteros de Grandes Ligas, luego de que el menor de los hermanos, Luisangel, hizo su debut con los Mets de Nueva York este sábado por la tarde y ya se apuntó sus primeros hits como ligamayorista.

Actualmente de 22 años de edad, Luisangel se enfundó en las filas de los Rangers de Texas durante la ventana de firmas internacionales del 2018 y desde entonces pasó por cada uno de sus niveles hasta Doble-A, previo a ser parte del cambio por Max Scherzer que lo mandó a los Mets de Nueva York.

Luego de 131 juegos para los Syracuse Mets, sucursal Triple-A de los de Queens, con quienes se quedó como líder de imparables (141) y además bateó para .258, anotó 90 carreras y produjo 50, la escuadra de Nueva York lo llamó al equipo grande.

Luisangel Acuña promedió .280 en cinco temporadas en Ligas Menores (Getty Images)

Luisangel Acuña promedió .280 en cinco temporadas en Ligas Menores (Getty Images)

El debut de Luisangel Acuña

El Citizens Bank Park de Philadelphia fue testigo del primer duelo de Grandes Ligas en el que participa Luisangel Acuña, haciendo su debut en el segundo encuentro de la serie entre Mets y Phillies este sábado por la tarde.

Alineó como noveno en el orden al bat y parador en corto y frente a él, sobre la lomita, tuvo al zurdo Kolby Allard, quien logró dominarlo con un rodado al shortstop en su primer turno durante el segundo rollo.

Sin embargo, las cosas cambiaron apenas en su siguiente aparición en la caja de bateo, haciéndole swing a un sinker del nuevo serpentinero, Taijuan Walker, para mandarlo “alegremente” hacia el jardín central y presumir su primer imparable en el mejor beisbol del mundo.

La buena presentación de Luisangel Acuña continuó y le permitió presumir dos hits en su debut dentro del máximo nivel, pues en el noveno rollo abrió la tanda de los Metropolitanos con otro sencillo al jardín central, ahora ante su compatriota Carlos Estevez.

Defensivamente, solamente pudo ver acción en una ocasión hasta el octavo episodio, cuando Bryson Stott elevó a las paradas cortas y concretó el out sin ninguna complicación.