En el mundo del beisbol, existen términos únicos que pueden resultar enigmáticos para quienes no están familiarizados con ellos. Uno de estos es “chocolate“, y en este artículo exploraremos a fondo su significado y su relevancia en el contexto del juego.

¿Qué significa “chocolate” en el Beisbol?

El término “chocolate” en el beisbol no se refiere a un postre tentador, sino más bien a una estrategia clave utilizada por los lanzadores. En esencia, “lanzar un chocolate” significa ofrecer un lanzamiento atractivo y apetitoso para el bateador, pero que en realidad es difícil de golpear con precisión y termina siendo un strike

Origen del término

El origen de este curioso término tiene raíces en la idea de que un lanzamiento bien ubicado y de aspecto tentador para el bateador es similar a una caja de chocolates visualmente atractiva. Sin embargo, al igual que en la caja de chocolates, lo que se encuentra adentro puede ser sorprendentemente desafiante y se convierte en un strike.

El arte de lanzar un chocolate

Lanzar chocolate en el beisbol requiere habilidad y astucia. Los lanzadores utilizan una combinación de velocidad, ubicación y efectos en la trayectoria de la pelota para engañar al bateador. Esto puede involucrar cambios de velocidad repentinos, efectos de rotación y cambios en la altura de la pelota para dificultar la conexión del bate y conseguir el strike.

La psicología detrás del chocolate

El término “chocolate” también tiene una dimensión psicológica. Los bateadores, al enfrentar un lanzamiento aparentemente fácil, pueden caer en la trampa de sobreestimar su capacidad para golpear la pelota, lo que a menudo resulta en un swing fallido. Esto demuestra cómo el aspecto mental juega un papel crucial en el beisbol.

Ejemplos históricos de lanzamientos chocolate:

  • El lanzador Pedro Martínez era un maestro en lanzar chocolates, confundiendo a los bateadores con su variedad de lanzamientos.
  • El legendario Mariano Rivera también era conocido por su habilidad para lanzar “chocolates amargos” en forma de cortes impecables.

El día que PEDRO MARTÍNEZ ponchó a todos los Bateadores que enfrentó