Una de las noticias más sorpresivas en este inicio de temporada de las Grandes Ligas se dio este martes, cuando distintos reportes informaron que los Astros de Houston enviaron a Ligas Menores nada más y nada menos que al estelar toletero cubano, José Abreu.
Y es que recordemos que luego de su exitoso paso por los White Sox de Chicago que incluye un premio a Novato del Año (2014), uno a Jugador Más Valioso (2020) y una última campaña (2022) de .304 como porcentaje, casi 200 hits y 75 remolques, el cubano se convirtió en agente libre y entró al mercado una vez más en busca de un gran contrato.
Previamente, visitó la agencia libre en el 2019 y terminó regresando a Chicago por tres años y $50 millones de dólares, mientras que a los Astros de Houston llegó por la misma vía rumbo a la temporada 2023 pero por tres años y $58.5 millones, aunque poco ha podido desquitar su salario.
José Abreu a Ligas Menores
Fueron distintos medios que la mañana de este martes reportaron que, según mencionó el propio Gerente General de los Astros de Houston, Dana Brown, tomaron la decisión de mandar a José Abreu a Ligas Menores.
Específicamente a la sucursal de Palm Beach, donde se encuentra su complejo de entrenamientos y su sucursal Clase-A. Un nivel bastante bajo para un pelotero con sus credenciales.
Sin embargo, según informó Chandler Rome, escritor del equipo para el diario The Athletic, el Sr. Brown explicó que en acuerdo mútuo (equipo y pelotero) decidieron que ese nivel era el indicado para que Abreu tome algunos turnos que le permitieran retomar su ritmo de manera adecuada.
¿Tan mal está?
Para mala fortuna de muchos, sí.
En su primer temporada con los Astros y luego de un 2022 en el que bateó para .304, sumó un porcentaje de .237, aunque sus 90 remolcadas y 18 cuadrangulares son par de cifras bastante buenas.
Para este 2024 su arranque fue más que lento, pues en 22 compromisos hasta el momento su promedio bateador se quedó en un paupérrimo .099 dar dar siete hits en 71 turnos al bat, con tres remolques, seis anotaciones y sin tablazo.
“¿Sabes qué ha sido lo más difícil para mí? Y lo digo desde el fondo de mi corazón: me siento avergonzado”, …”La gente de esta organización me trajo aquí para hacer un buen trabajo. No lo he hecho. Lo difícil también es que mis compañeros ven que no he hecho mi trabajo, aunque siempre me han apoyado. Siempre han estado a mi lado, pero no me quedaré abajo”.