Una de las situaciones más controversiales en la agencia libre previo a la temporada 2023 fue la del boricua Carlos Correa, quien era uno de los principales peloteros disponibles y estuvo a nada de concretar su firma con los Gigantes de San Francisco, sin embargo, no pudo ser.

Fue el pasado 20 de diciembre del 2022 cuando la escuadra de la bahía tenía planeado hacer la presentación oficial de Carlos Correa como su gran firma del offseason. Un contrato que sería nada más y nada menos que de 13 años y $350 millones de dólares.

Para mala fortuna de Correa, el equipo tuvo que posponer el evento que al final nunca se hizo, pues la firma terminó por caerse debido a que los exámenes médicos no terminaron por convencer a la organización para dar un acuerdo de esas características.

Carlos Correa regresó a Twins en 2023 tras par de firmas que no se dieron con Gigantes y Mets. (Foto: Getty Images)

Carlos Correa regresó a Twins en 2023 tras par de firmas que no se dieron con Gigantes y Mets. (Foto: Getty Images)

Carlos Correa revela detalles de su firma fallida

Fue hace un par de meses cuando Carlos Correa reveló detalles sobre aquella situación que no le permitió estampar su firma con los Gigantes de San Francisco; esto en el podcast “Deplaymaker” del también puertorriqueño Héctor Torres, para quien mencionó haberse sentido seguro de que todo el proceso iba a salir conforme al plan.

“Fui al físico 100% confiado de que todo iba a salir bien. Yo estaba haciendo sprints, cogiendo mis rollings, estaba bateando, nada me molestaba, todo estaba en óptimas condiciones”.

Respecto a aquel día en el que le hicieron saber que se presentó una situación que tenía detenida la firma, recordó:

“Voy a San Francisco, estoy buscando casa, hice el físico, fui a ver más casas y de momento Scott (Boras, su agente) me llama y me dice “Oye Correa necesito que vengas al cuarto”. El año pasado que íbamos a firmar con Minnesota la conversación fue diferente: “Felicidades”, ya ahí fue algo preocupante. Me dice “Estamos teniendo un problema con el (examen) físico. El tobillo”.

Carlos Correa en la plática para “Deplaymaker” (YouTube)

Carlos Correa en la plática para “Deplaymaker” (YouTube)

Una situación que tomó totalmente de sorpresa al boricua, pues la resonancia magnética mostró una anomalía en el hueso del tobillo que, según algunos doctores del equipo, indicaba que en ocho o diez años podría generar una lesión más fuerte.

Yo estaba bien confundido”, mencionó Correa. “Tuve la cirugía en el 2014, he jugado hasta el 2022, nunca he perdido ningún juego por el tobillo, en mi cuadro de MLB nunca ha habido un tratamiento del tobillo. Había doctores que tenían una opinión en la que yo iba a estar bien el resto de mi carrera y habían doctores que decían que algo podía pasar basado en un MRI (resonancia magnética)”.

¿El resultado de la situación?

El prometedor acuerdo por 13 años y $350 millones nunca se pudo concretar. Ante eso, los Mets de Nueva York “entraron al quite” y habrían acordado con Carlos por 12 años y $315 millones para jugar tercera base, junto a Francisco Lindor en el shortstop. 

Lamentablemente, la misma situación física que reflejó la resonancia magnética con Gigantes impidió su firma con los Metropolitanos, para terminar firmando una vez más con los Twins de Minnesota el 15 de enero, por 6 años y $200 millones de dólares.

“Así fue lo que pasó todo el offseason”, dijo el boricua. “En las conversaciones con los Mets sucedió lo mismo, la misma pelea se formó entre los doctores que decían que tienes que mirar el desempeño del pelotero y lo que él ha hecho en este tiempo y la opinión de los MRI. Seguí enfocado en lo que Scott podía hacer y gracias a Dios terminamos en una buena organización como los Twins”, finalizó Correa respecto al tema.

Su primer año de ese contrato fue complicado para él sobre el terreno de juego, pues en 135 encuentros que disputó apenas sumó porcentaje de .230, con 65 remolcadas y 60 anotadas, siendo el segundo puesto del lineup donde hizo sus mayores apariciones ofensivas.

Pra el 2024 se convertirá en el décimo cuarto pelotero mejor pagado de todas las Grandes Ligas, con un salario de $33.33 millones de dólares con el que supera a figuras como Giancarlo Stanton ($32 M), Mookie Betts ($30 M), Rafel Devers ($29.318 M) y José Altuve ($29 M).