Los fanáticos que hicieron presencia hoy en Loan Depot Park de Miami fueron testigos de historia pura de las Grandes Ligas, al ver cómo el japonés Shohei Ohtani se voló la barda en tres ocasiones y se robó dos almohadillas para convertirse en el primer pelotero en la historia dentro del club de 50-50.

Previo al encuentro de este jueves, el vigente Jugador Más Valioso de la Liga Americana presumía la ya increíble cantidad de 48 estacazos y 48 estafas, con diez encuentros restantes en el calendario proporcionales a su límite para alcanzar la histórica marca.

Sin embargo, “Shotime” solamente requirió de uno.

Shohei Ohtani, el primero 50-50

Seis imparables en seis turnos conformaron la línea ofensiva de Shohei Ohtani en la victoria de los Dodgers 20-3 sobre los Marlins de Miami.

Par de dobles y un sencillo, entre los que llegó a salvó a la siguiente base en par de ocasiones, fueron los resultados de sus primeros tres turnos en el juego que ya lo hacían referente ofensivo del compromiso.

Lo que no pensábamos es que vendría lo mejor, pues apenas en su siguiente turno, durante el sexto rollo, castigó al dominicano George Soriano con un enorme cuadrangular que lo colocó a un solo swing de la marca legendaria.

Tan solo un inning después, en medio del rally de cinco anotaciones, el nipón se metió en los récords pioneros dentro de la historia de Las Mayores, al repetir la dosis, ahora ante el norteamericano Mike Baumann, y mandar a volar la pelota hacia el jardín izquierdo que lo hizo llegar a la media centena de vuelacercas.

La cereza el pastel llegó en el noveno capítulo, cuando con el marcador abultado, Marlins subió al montículo al infielder Vidal Bruján y el japonés no desaprovechó la oportunidad, haciendo un enorme swing a tercer lanzamiento para registrar su cuadrangular #51 depositando la pelota en el segundo piso de los bleachers del jardín derecho.

Y así, en 3 horas y seis minutos que duró el duelo entre Dodgers y Marlins, Shohei Ohtani pasó de estar en un increíble 48-48 a ser el fundador del club 50-50 para escribir su nombre con letras de oro en otro apartado histórico dentro de Grandes Ligas.